Nueva Delhi, 7 de Julio de 2013
Me encuentro profundamente apenado al saber de los ataques bomba de esta mañana en un lugar tan sagrado como Bodhgaya.
Mis mejores deseos, de corazón, van para ambos, las víctimas y los atacantes. Estamos viviendo en el siglo XXI, en el que hay más información disponible de la que nunca antes hubo para ayudarnos a entender nuestro mundo, a nosotros mismos y la historia del ser humano. Si hay una cosa que nos enseña la historia, es que la violencia, en cualquiera de sus formas, no beneficia a nadie y va en contra de nuestras cualidades innatas de compasión y sabiduría.
Cualquier clase de violencia surge de la ignorancia y sólo podemos enfrentarnos a ella a través de un correcto entendimiento. La ignorancia sólo lleva a malos entendidos y emociones perturbadoras como la ira, el miedo, el odio y la confusión.
Hago deseos para que todos seamos capaces de responder con compasión a los afectados por este trágico evento. Cuando meditamos y nos adentramos en nuestra ilimitada prosperidad interior encontramos comprensión y nuestra compasión y sabiduría innatas. La compasión pacifica nuestros corazones y, en última instancia, también el mundo.
Espero que podamos responder a la violencia con compasión, y que encontremos consuelo y entendimiento en nuestras cualidades innatas.